lunes, 21 de febrero de 2011

Cuento que

El sábado estuve en la casa de mis abuelos que era el cumpleaños de mi abuelo cumplía setenta y cuatro años y vino una amiga que se llama Marta . El domingo mi hermano se llenó la lengua de tinta de un boli, y no se la podía quitar.

Yeray

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